Hoy entrevistamos a Juan Díaz Canales, uno de los autores españoles más reputados, con años de experiencia a sus espaldas y el honor de poder decir que tiene un premio Eisne (entre otros muchos, Premio Nacional y del festival de Angouleme incluídos) por la aclamada Blacksad que escribe para los dibujos de Juanjo Guarnido. Ahora vuelve a ser noticia por partida doble: Por haber escrito los guiones de las nuevas aventuras de Corto Maltés, junto a Rubén Pellejero; y porque 2016 verá su primer trabajo en solitario: "Como viaja el agua". Hemos repasado su carrera y esto es lo que nos ha contado:
1. Dibujantes españoles hay muchos en todos los mercados, pero encontrar guionistas reputados, con el que muchos quieran trabajar los podemos contar con los dedos de una mano. ¿Por qué crees que pasa esto?
De entrada porque en comparación con otros países en España estamos muy poco habituados a trabajar en colaboración a nivel profesional. Sospecho que por una sencilla cuestión crematística, ya que dividir las escasas ganancias entre dos, es completamente ruinoso. Eso hace que apenas se produzca una profesionalización de los guionistas españoles, porque apenas tienen espacio para desarrollar su trabajo aquí. En cuanto a salir al extranjero, es una opción más asequible para los dibujantes. Un guionista que quiera trabajar para el extranjero normalmente necesita dominar otro idioma, mientras que el dibujo es un idioma internacional, que abre muchas puertas. Sobre todo si eres bueno, como es el caso de la mayor parte de nuestros colegas patrios.
2. ¿Qué recomendaciones le darías a un guionista novel que quiera vivir de esto?
Como decía antes, vivir haciendo cómic en España es prácticamente imposible y aún más para un guionista en solitario. La primera recomendación práctica que se me ocurre para un novel es que intente asociarse siempre con un dibujante o varios para mostrar sus trabajos con una presentación visual del conjunto de la obra. De esta manera siempre hay más posibilidades de que los editores, sean nacionales o extranjeros, presten atención a su trabajo. Otro consejo, que haría extensible también a los dibujantes, es que tengan amplitud de miras laboral. Es decir, que intenten trabajar en cualquier cosa que tenga que ver con la escritura, porque hacerlo exclusivamente como “guionista de cómic” es prácticamente una utopía.
3. Comenzaste en el mundo de la animación hasta llegar a crear tu propia compañía, Tridente. Cuéntanos un poco cómo fueron esos inicios.
Empecé el año 90, justo después de acabar el instituto, en el estudio madrileño “Lápiz azul”, en el que daban un curso para formar un equipo de layout. Tras un proceso de selección contrataron a unos cuantos artistas para trabajar en series francesas y canadienses para Canal + como Tintín, que fue uno de nuestros primeros trabajos. Poco después conseguí entrar en la facultad de Bellas Artes pero un año antes de acabar la carrera volví a la animación. Junto a Teresa Valero, Angel M.Martín y Juan Carlos Moreno montamos en 1995 un estudio que se llamó Tridente Animación dedicado especialmente a hacer storyboard, layout y diseño de personajes. El estudio estuvo abierto hasta el año 2006, y durante todo ese tiempo trabajamos para una gran cantidad de series y películas de animación europeas y estadounidenses. Fue un periodo de trabajo muy intenso pero también de aprendizaje y, por qué no decirlo, de mucha diversión. La nómina de artistas que pasaron por el estudio y que hoy en día son profesionales de enorme talento es impresionante.
4. Precisamente en el mundo de la animación conoces a Juanjo Guarnido, con quien comienzas a publicar la aclamada Blacksad en el año 2000. ¿Cómo surgió la serie?
La obra nace a partir de las ganas de ambos por colaborar en la realización de un cómic y la pasión común que ambos sentimos por este medio. El germen de “Blacksad” son un par de historietas cortas dibujadas por mí, que fueron las que vieron nacer al gato detective. Juanjo quedó encantado con las posibilidades que el personaje y su universo podían ofrecer gráficamente y así que decidimos iniciar un proyecto mucho más ambicioso: una serie de álbumes para el mercado francés. Tras años de ardua tarea, ya que nuestros trabajos nos impedían dedicarle apenas tiempo al proyecto, logramos terminar un primer dossier que fue enviado a las principales editoriales francesas, cuya respuesta inicial fue en general muy satisfactoria. El resto de la historia es la ya conocida: firmamos con Dargaud y conseguimos colarnos por la puerta grande en el mercado francés.
5. ¿Eras consciente de la calidad que tenía (y sigue teniendo) el producto desde sus primeros pasos?
Nunca me lo he planteado en esos términos. En realidad, como en cada cosa que haces, intentas ponerle todo el cariño y la mayor de tus atenciones para que salga lo mejor posible. Sí que es cierto que al ser nuestro primer tebeo, echamos el resto con la inconsciencia y energía propias de la juventud.
6. ¿Cómo viviste la aventura de los Eisner? ¿Te ha cambiado en algo la vida?
Pues sí y no. Los premios en realidad son como un ladrillo en una casa. Cada uno es importante, porque contribuye a construir el edificio. Pero en sí mismos, no son más que un humilde trozo de barro horneado.
7. ¿Podemos tener la tranquilidad de que nos queda Blacksad para rato o lo veis como un proyecto con fecha de caducidad?
Hay Blacksad para rato, porque aún nos quedan muchas cosas que contar del personaje y porque seguimos disfrutando con él como desde el primer día. Nuestro único problema suele ser encontrar la manera de compatibilizarlo con otros proyectos. Pero aún así, siempre hemos conseguido hacerlo.
8. En 2010 publicas para Glénat Los Patricios, con Gabor. ¿Cómo ese cambio de registro tan radical hacia el humor? ¿Te sientes más cómodo en algún género concreto?
Gabor y yo trabajábamos juntos en Tridente. Echamos horas y horas de tablero, codo con codo, compartiendo muchas risas. En un momento dado decidimos hacer algo juntos y así nació “Los Patricios”, una serie de humor. Salieron dos tomos en Francia publicados por Glénat, pero no acabó de funcionar. Es muy difícil hacer humor en una cultura que no es la tuya aunque sea tan cercana como la francesa. Es evidente que tenemos muchas cosas en común con nuestros vecinos, pero su humor es muy distinto al nuestro. El caso es que la serie no fue a más y surgieron otros proyectos diferentes. Gabor comenzó a hacer “Isabellae” con guiones de Raule y la serie les va de lujo, cosa que me alegra infinito. Gabor es un gran dibujante, muy versátil y creo que su estilo de dibujo se adapta de maravilla al cómic fantástico e histórico.
9. Al año siguiente, vuelves a Dargaud para publicar Fraternity junto a Munuera, una historia inspirada en el proyecto de Robert Owen en New Harmony de crear una comunidad igualitaria, que sirva para explorar las relaciones humanas y a profundizar en la verdadera naturaleza humana. Cuéntanos más de esta obra, ¿qué querías contar con esta historia?
Munera y yo, que somos amigos ya desde hace algunos años, teníamos muchas ganas de trabajar juntos en algún proyecto. Así que cuando me propuso trabajar en una historia de corte histórico en la que hubiera un elemento fantástico, me puse manos a la obra. Durante el proceso de documentación descubrí la historia de la comunidad utópica de New Harmony, creada en el estado de Indiana a mediados del siglo XIX. Inmediatamente, tuve la sensación de que teníamos un buen material para empezar. Casi siempre sigo el mismo proceso, coger diferentes elementos, sucesos o personajes que me resultan sugerentes y tratar de componer después una narración interesante que cuente algo y que emocione al lector. No siempre es fácil pero en este caso tenía muchos ases, como el ambiente opresivo de una comunidad socialista utópica a punto de hundirse, la guerra de secesión americana, un niño salvaje encontrado en el interior del bosque, unos soldados negros desertores y el enorme talento narrador y plástico de Munuera a los lápices y Sedyas al color.
10. Lo último, y más sonado, es la vuelta al mercado de un personaje tan emblemático como Corto Maltés, junto a Rubén Pellejero. ¿Cómo recibes la oferta de hacerte cargo? ¿Te dio vértigo?
Por azar ya que Patrizia Zanotti, la gestora de los derechos de Pratt fue la primera editora de Blacksad en Italia. Así que hace ya años que coincidimos en el Festival de Lucca, donde Corto Maltés es un tema recurrente en todas las conversaciones, ya que forma parte de la mitología del festival. Cuando Patrizia, que conocía y apreciaba mi trabajo pensó que había llegado el momento de retomar el personaje, me propuso escribir el guión. Más que vértigo, me dio una alegría indescriptible mezclada con grandes dosis de responsabilidad.
11. ¿Has sido fan del personaje o para ti es “un proyecto más”?
Soy un gran admirador de la obra de Pratt desde que descubrí las historias de Corto Maltés en las antiguas revistas Totem de mi hermano Rafa. Para mí supuso el descubrimiento del cómic adulto y por extensión de las posibilidades de este maravilloso medio artístico y de comunicación que es el tebeo. Así que puedes imaginarte que a nivel afectivo, para mí ha sido una experiencia inigualable.
12. ¿Qué puedes avanzarnos de “Como viaja el agua” tu primera obra en solitario haciéndote cargo del dibujo además del guión? ¿Qué supone para ti hacer frente a un proyecto como este?
“Como viaja el agua” es una novela gráfica que mezcla lo cotidiano, con un cierto toque de policíaco e incluso fantástico y que se desarrolla en el Madrid actual. Como hago habitualmente, he utilizado el cómic para reflexionar en voz alta sobre temas que me preocupan o interesan. En este caso a través de tres generaciones de hombres, que a pesar de ser de la misma familia, enfrentan la vida y la muerte de maneras muy diferentes. Es indudable que hasta ahora es mi obra más personal y que como puedes imaginar, ha supuesto un reto enorme al enfrentarme por primera vez a un cómic en solitario. En cualquier caso, estoy muy satisfecho del resultado y ya tengo muchas ganas de compartirlo con los lectores.
13. Por último, aparte de “Como viaja el agua”, ¿cuáles son tus planes de futuro? ¿Más Corto? ¿Blacksad? ¿Algún proyecto nuevo?
¡Tú lo has dicho! : Más Corto, más Blacksad y otros proyectos, como por ejemplo, dos álbumes escritos a 4 manos junto a Teresa Valero y que serán dibujados por el talentoso autor italiano Antonio Lapone.
Pues no sé vosotros, pero yo estoy deseando leer Como viaja el agua y las siguientes propuestas de uno de los autores más interesantes que hay en nuestro país. ¡Allí estaremos los lectores!