03 julio 2006

DR. HOUSE CAPÍTULO 1: BOOSTER GOLD (1ª PARTE)


Metropolis, a las afueras del Daily Planet.

El tipo de la moto voladora era rápido, pero Booster Gold le seguía de cerca. La gente se agolpaba en la carretera y las aceras para mirar la apasionante persecución. Al parecer, desde la desaparición de Batman, Superman y Wonder Woman, y después de la importante crisis de la que todavía se recuperaba la Tierra, se habían puesto de moda los criminales de medio pelo, delincuentes del tres al cuarto que pretendían robar joyerías, bancos o hasta supermercados. El potente rayo disparado por Booster acertó de lleno al motor de la máquina del delincuente, y provocó que este cayera al vacío con un botín en el que no debería llevar más de un par de miles de pavos. Booster se lanzó tras su víctima y lo recogió cuando ya llevaba unos doscientos metros de caída libre.
- Joder, tío, creía que me ibas a dejar estamparme contra el suelo – dijo en voz baja el criminal.
- Tranquilo, tú cumpliste tu parte y yo cumplo la mía.
Booster se esforzaba en todo momento por mostrar su lado más fotogénico a los medios y ponía todo de su parte para que los profesionales de la información pudieran sacar su mejor portada. Fue entonces cuando el mundo comenzó a dar vueltas…
- Hey, tío, ¿estás bien? Todavía estamos a unos cuantos metros… —el delincuente comenzó a preocuparse por los trompicones que daba su captor.
Salió en todos los telediarios y primeras páginas: Desde una altura de unos 10 metros, Booster Gold caía desplomado con un delincuente de medio pelo en sus brazos.


Cameron entró corriendo en el despacho de House. Éste no quitaba ojo de la pequeña televisión portátil que tenía sobre su escritorio.
- Lo has visto, ¿verdad?
- ¿Bromeas? –contestó House— Jason por fin reúne valor para pedirle una cita a Carly, ¿y tú crees que me lo voy a perder?
- Me refiero al tipo que acaban de traer, ese tal Booster Gold.
- Joder, no. Otra estrella mediática como aquel ciclista no, por favor… Ponme al día.
- Se cayó desde unos 10 metros cuando acababa de apresar a un ladronzuelo que había atracado una tienda.
- ¿Y qué le ha pasado? –preguntó House.
- Nada, llevaba puesto su traje que le protegía de los golpes, pero…
- Ya sé que no le ha pasado nada a ese capullo, me refiero al ladrón, al que no llevaba traje de súper héroe.
- Bueno, se ha roto las dos piernas, cinco costillas y se ha luxado el hombro derecho—contestó la residente.
- Jodidos súper héroes, luego pondrá como excusa que estaba salvando el mundo…

Booster mostraba su mejor sonrisa a las cámaras, a pesar de estar en la cama de una habitación de Hospital. El pequeño robot, Skeets flotaba a su alrededor dando los mejores titulares:
- No se preocupen, sólo es un chequeo rutinario. Nuestro héroe favorito ha tenido demasiado trabajo últimamente…
La Dra. Cuddy entró en la habitación y se encargó de sacar a todos los periodistas de la habitación.

- Por favor, señores, tenemos trabajo que hacer. En cuanto el paciente se encuentre mejor y le hagamos las pruebas pertinentes, convocaremos una rueda de prensa.
Los periodistas salieron uno a uno sin molestarse por bajar la voz. Cuando por fin salió el último, el doctor Gregory House entró en la habitación de su paciente. Echó una rápida mirada a Booster, después al robot que estaba a su lado, y se dirigió para los periodistas que abandonaban la zona de habitaciones.
- Chicos, me parece que os habéis dejado aquí una tostadora.
Si Skeets no tuviera la cara metálica, seguro que habría mostrado una expresión de disconformidad.
- Mire, doctor… comenzó a hablar el robot.
- Lo siento, de pequeño, mi madre me quitó la costumbre de hablar con los electrodomésticos—dijo mientras empujaba a Skeets con el bastón fuera de la habitación—. Está bien, ya tenemos al viudo de Blue Beetle todo para nosotros.
- ¡Oiga! – protestó Booster.
- Nah, no se preocupe, ustedes resucitan todos. Déle un poco de tiempo…
House cogió el historial del paciente y comenzó a echarle un vistazo. La Dra. Cuddy intentó disculpar a su médico estrella ante el famoso paciente.
- El electro estaba normal, las enzimas cardíacas también y aunque está pendiente la prueba de esfuerzo, yo no creo que sea nada de corazón… —dijo la Dra. Cameron, mientras su adjunto todavía revisaba la historia.
- Gracias, el hijo analfabeto de la limpiadora de los baños de tres plantas más arriba ya me dijo eso cuando vio estos resultados—contestó House sin levantar la vista de los papeles—. Bueno, pues parece que tenemos un nuevo caso...

En el despacho de House, sus tres residentes discutían los posibles diagnósticos, mientras éste buscaba entre sus cajones algún resto de Vicodin.
- Tal vez fuera simplemente estrés—apuntaba Chase—. Ese robot tiene razón cuando dice que en las últimas semanas ha tenido…
- Como termines esa frase, te echo a la calle y le doy a ese robot tu plaza—interrumpió House.
- Sólo digo, que puede tratarse de un cuadro de ansiedad generalizada. Ese tipo soporta demasiada presión.
- Sí, pero la analítica indica un cierto grado de anemia. Sería demasiada casualidad—intervino Foreman—. Yo creo que deberíamos repetirle el hemograma y…
- Señorita, quiero ir a hacer pis…—dijo House imitando la voz de un niño— ¿Pero es que acabáis de terminar la carrera, chicos? Mirad esa jodida pizarra.
En la pizarra estaban escritos los síntomas del paciente: Palidez, fatiga, mareos, ligera ictericia…
- Sí, según eso, parece una anemia hemolítica, pero… —dijo Chase.
- Pero nada, ¿cómo es la orina?
- No lo sabemos, se levanta a orinar. Le pedimos que se quitara el traje para sondarle y dijo que prefería ir él por su cuenta—contestó Cameron sin darle mayor importancia.
- Se niega a quitarse el traje… ¿y no le dais importancia? ¡Y se supone que el que va drogado soy yo!
- A pesar de su condición héroe, parece que le tiene miedo a las agujas y demás medios invasivos—se justificó la chica.
- Un héroe miedica… lo que nos faltaba. Venga, vamos a despelotar al tío que anuncia la cervez Lit.


Cuando entraron en la habitación, Skeets estaba otra vez allí, hablando con el paciente.
- No lo sé, señor. Simplemente no me consta en la base de datos tal incidente con su salud. Según esto, su primer problema de salud ocurrirá en el año…—Skeets se dio cuenta de que había entrado House y salió espantado— ¡Lo siento, señor, luego vuelvo a verle!
- ¡Buenos días, Capitán Discreción! —dijo House con su mejor sonrisa— Hemos venido a verle la colita.
- ¿Qué? ¿A qué se refiere?
House le tiró una bata del hospital sobre la cama.
- Póngaselo. Ahora.
- No lo entiende, esta gente—señalaba las etiquetas sobre su traje— han pagado por salir ante esas cámaras.
- ¡Ahora!
Booster comenzó a quitarse el traje, Cameron se dio la vuelta, como deferencia ante el paciente. No sería la primera vez que veía a un hombre desnudo, pero pensó que se sentiría más cómodo. Cuando Booster Gold no se había quitado más que una manga del traje, su rostro comenzó a torcerse y empezó a gritar:
- ¡Dios, cómo duele! ¡¡¡Aaaaaaagh!!!
Los médicos se apresuraron a ponerle medicación para calmarle los dolores y comprobaron los monitores para asegurarse de que las constantes eran normales.
- Enhorabuena, Capitán Discreción, al final va a pasar a la historia, pero como el primer súper héroe blanco que tiene una enfermedad de negros. Foreman, preparale para un transplante de médula. Obviamente, se trata de una anemia drepanocítica.

CONTINUARÁ...

(Jueves 7 la segunda parte)

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