15 minutos después, Jack Bauer estaba algo más relajado, y la chica salió del coche para volver al suyo. La cola había avanzado como unos 100 metros, así que les había dado tiempo a explayarse en su peculiar diálogo "oral". El compañero de Jack había cogido la moto y se había ido. Jack, una vez relajado, vio al guardia civil tirado y pensó:
- Con el guardia civil fuera de combate... ¿por qué no he cogido yo la moto?
Se culpó de su torpeza, aunque la verdad es que la lengua española le había despertado gran curiosidad. Llamó a la GUÁ rápidamente:
- ¿Cómo vamos?
- Pues nada, los ladrones van ya por Ciudad Real, según mis informaciones, pero si llegas al aeropuerto en menos de 90 minutos, tendremos un avión esperándote. ¿Cómo lo ves?
- Ummmm... difícil, pero no imposible. Creo que voy a hacerme con el vehículo de un agente de la ley local para abrirme paso más fácilmente.
- No es mala idea, date prisa Jack.
Jack bajó del coche, fue hacia la moto del Guardia Civil y se montó en ella. Cuando arrancó, se dio cuenta de que el indicador de gasolina estaba a cero... y no sabía dónde estaría la gasolinera más próxima.
- ¡Malditos españoles! ¡Siempre esperando hasta el final para repostar!
Jack volvió al coche y comenzó a maquinar una manera de atraer a un agente de la ley hasta su vehículo para después quitarle el suyo...
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