Jack se encontraba ante el enfurecido grupo de cartillosas de la consulta del médico esperando a que llegara uno de los ladrones con la herida de bala. Tenía que entrar en aquella consulta como fuera, así que no se lo pensó dos veces y entró jugándose el tipo.
- ¡Oye, oye, oye, que se cuela el tío, míralo! – una manada de cartillosas se le vinieron encima, pero Jack consiguió entrar en la consulta.
- Doctor, discúlpeme, pero soy agente del Gobierno Federal de los EE.UU. Un importante asunto de seguridad internacional atañe al bienestar de todos los españoles. Por favor, necesito que colabore...
El médico colaboró y consiguió sacar a las “enfermas” de la consulta, le prestó la bata a Jack quien se colocó en la consulta a la espera del ladrón. No tardó mucho. Por fin entró el equipo de Urgencias con el enfermo. Se trataba de un chaval de raza gitana, con un arañazo en la pierna. La bala había pasado muy de cerca, pero no había llega a ahondar en carne.
- Aaaay, estos payos, que me han maltratado y man dao un tiro. Ay, madresita, ayúdame.
- Mire, tiene usted que decirme dónde van los originales de Ibáñez antes de poder curarle.
- Aaaay, el payo médico, qué rubito y qué pinta de guiri que tieeeeene. Yo no he robao ná, mireusté, eso ha sío el Richal, que se lo ha llevao tó pal mercaíllo.
- ¿Al mercadillo? ¿Unos originales de Francisco Ibáñez al mercadillo?
- Sí, pa envolver los malacatones, mireusté.
Jack se quitó la bata y dio una señal para que entraran los médicos de verdad. Se montó en su coche y llamó por el móvil a Nina.
- Nina, he localizado los originales. Voy para allá...
- ¡Oye, oye, oye, que se cuela el tío, míralo! – una manada de cartillosas se le vinieron encima, pero Jack consiguió entrar en la consulta.
- Doctor, discúlpeme, pero soy agente del Gobierno Federal de los EE.UU. Un importante asunto de seguridad internacional atañe al bienestar de todos los españoles. Por favor, necesito que colabore...
El médico colaboró y consiguió sacar a las “enfermas” de la consulta, le prestó la bata a Jack quien se colocó en la consulta a la espera del ladrón. No tardó mucho. Por fin entró el equipo de Urgencias con el enfermo. Se trataba de un chaval de raza gitana, con un arañazo en la pierna. La bala había pasado muy de cerca, pero no había llega a ahondar en carne.
- Aaaay, estos payos, que me han maltratado y man dao un tiro. Ay, madresita, ayúdame.
- Mire, tiene usted que decirme dónde van los originales de Ibáñez antes de poder curarle.
- Aaaay, el payo médico, qué rubito y qué pinta de guiri que tieeeeene. Yo no he robao ná, mireusté, eso ha sío el Richal, que se lo ha llevao tó pal mercaíllo.
- ¿Al mercadillo? ¿Unos originales de Francisco Ibáñez al mercadillo?
- Sí, pa envolver los malacatones, mireusté.
Jack se quitó la bata y dio una señal para que entraran los médicos de verdad. Se montó en su coche y llamó por el móvil a Nina.
- Nina, he localizado los originales. Voy para allá...
2 comentarios:
Originales de Ibáñez para envolver melocotones...
Si son de los últimos años, no hay problema.
Hombre, para melocotones cualquier cosa de comic europeo ya vale...
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