28 mayo 2007

¡ELIGE TU PROPIA AVENTURA! SUPERHÉROES ESPAÑOLES (PARTE IV)

Oliverio Reina no podía creerse lo que veían sus ojos. Después de escapar de la Policía Nacional durante el traslado desde los Juzgados de Sevilla, la Liga de la Justicia le había convencido para que volviese a su despacho a buscar pruebas que demostrasen su inocencia. Cuando se dio cuenta de que cualquier documento que pudiese exculparle había desaparecido, una misteriosa figura apareció en el despacho para burlarse de él.

- Mire usted, señor Flecha Verde, hay que ser tonto…
- ¡¡¿Tú?!!
- Efectivamente, yo. ¿Qué crees? ¿Que necesito a alguien para capturarte? Si la policía de este país es tan inútil que no es capaz ni de mantener encerrado a un rojo reaccionario como tú, tendré que venir yo en persona a detenerte.
Flecha Verde no sabía si tomar en serio las palabras del ex presidente del Gobierno de España. Llegado el momento de defenderse, ¿pelearía con Jose María Aznar?
- Mire, señor Aznar, no tengo nada contra usted, pero…
- Ah, vaya, ¡qué educado está ahora! Ni pareces el mismo, rojete. Anda, entrégate, no tienes nada que hacer contra mí.
- No me malinterprete, si tengo que luchar por mi libertad contra usted, lo haré. Apártese de mi camino.
Aznar dibujó una fría y metálica sonrisa, sin ningún esbozo de miedo.

La Liga de la Justicia de España comenzaba a entender de dónde había nacido toda esta crisis. Dar-Seit había mandado a tres androides para poner a las autoridades y a las fuerzas políticas en su contra, suficiente para distraer la atención del equipo de superhéroes más importante de la Tierra, dejando vía libre así a un nuevo intento del tirano de Apokopolis, para invadir nuestro planeta.
- Bueno, ya está bien. Creo que debemos tomar cartas en el asunto ya. –dijo decidido Superhombre.
- Tal vez deberíamos prepararnos mejor, ¿no? –añadió Tornado Rojo.
En ese momento, volvió a hacer aparición en escena Flecha Verde, que mostraba un aspecto demacrado y con heridas en todo el cuerpo. El arquero esmeralda se dirigió directamente a Superhombre.
- ¡Tú! ¡Eres el androide que falta!
- Pero… ¿qué está pasando aquí? –dijo Superhombre con cara de no entender lo que pasaba.
- Oli, ¿qué pasa? –añadió Diana.
- ¡Este tipo es un farsante! No es Superhombre. Él nos ha estado dirigiendo en todo momento, él ha sido quien me envió a mi despacho, donde he tenido que enfrentarme a todo un escuadrón de Policía Local. ¡Igual que fue él el primero en atacar a Bruno cuando la policía dio la orden!
- Un momento, esto es…
Antes de que pudiera terminar su frase, una flecha explosiva le impactó en toda la cara.
- ¡Detente, Oli!—intentó mediar Canario Negro.
- ¡Ni hablar! ¡No podemos darle tregua! ¡Ataquemos todos o no tendremos ninguna opción contra él!
Flecha Verde volvió a disparar antes de que los héroes pudieran reaccionar. Superhombre también dudaba, pero a la tercera flecha explosiva, comenzó a devolver los golpes, y le conectó un tremendo derechazo en el mentón. Eso fue suficiente para que sus compañeros reaccionasen. Canario Negro lanzó su grito sónico contra Superhombre, mientras Diana se disponía a soltar su Lazo de la verdad contra él. En cuanto el poderoso kriptoniano empezó a resentirse de los ataques de sus compañeros, Flecha Verde sacó una flecha de su carcaj. Tenía la punta verde, como una esmeralda, y brillaba. Tensó su arco y apuntó a Kal-el. Esbozó una sonrisa y soltó el proyectil, pero en cuanto vio una flecha cruzarse en su trayectoria, la sonrisa se borró.
- ¿Rob? ¿Qué coño estás haciendo?
Los superhéroes se detuvieron en seco de repente.
- ¿Cómo sabías lo que pasó aquí cuando vino Bruno, Oli?
- ¿Qué? Pero, ¿a qué te ref…?
- Tú no estabas aquí cuando la policía vino a detener a Bruno, Oli. No podías saber quién atacó primero. Por otro lado, las flechas de kriptonita no suelen estar en nuestro arsenal particular…
- ¡Esto es…! ¡Tenemos que detenerle!
Superhombre se acercó a Flecha Verde y, tras mirarle durante un par de segundos, le dio un puñetazo que le reventó la cabeza. Canario Negro contuvo el aliento el tiempo justo de ver la cabeza biónica reventada en mil pedazos.
- Chicos, creo que estábamos hablando de acabar esto de una vez por todas, ¿no?

La Gran Barda estaba atada ante Dar-Seit, quien preparaba su ejército para dar el salto a la Tierra. Después de una titánica batalla contra los Perros hambrientos, había acabado cediendo y cayendo en las garras del temible Dar-Seit.
- No te preocupes, Barda. En cuanto envíe mi ejército a la Tierra, y la conquiste, te reunirás con tu amado Gastón.
- No creo que tenga que esperar tanto, Dar-Seit…
- ¡Milagro! ¡Y la Liga de la Justicia! Pero, ¿cómo?
- ¿Acaso creías que nos engañarías con un par de robots? –dijo Superhombre.
- Da igual, ya es demasiado tarde… Tengo mi ejército listo para dar el salto a vuestro planeta. He preparado un teleportador para transportar a mi legión, y no podréis hacer nada para detenerlos.
Dar-Seit accionó un pulsador y en el otro lado de la sala, un monitor mostró una imagen de un enorme ejército de guerreros Apokopolipsianos teleportándose.
- Bwa-ha-ha-ha. Venga, héroes volved a vuestro planeta a intentar frenar la acometida de mi ejército…
- Oops, me temo que he alterado un poco tu máquina, Dar-Seit—dijo Tornado Rojo apareciendo para reunirse con sus compañeros.
- ¡¿Qué?! Pero… ¡¡Os mataré!!
Un temblor se desató y del techo comenzaron a caer trozos de techo.
- ¡Mi laboratorio! ¿Qué habéis hecho?
- Al alterar la máquina de teleportación, has debido provocar una falla en la fuente de alimentación, Tornado—dijo Mr. Milagro mientras liberaba a su amada—. ¡Tenemos que salir de aquí! ¡Ya!
- ¡Esto no quedará así, Liga de la Justicia! ¡Volveremos a vernos! ¡Y mi venganza será implacable!
Dar-Seit huyó, mientras la Liga se preparaba para colarse por un boom-túnel que les llevara de vuelta a la Tierra.

La intervención del Presidente Zapatero en el Congreso no fue más satisfactoria que la del líder de la oposición. A pesar de aportar pruebas sobre la inocencia de Hombre Murciélago y Flecha Verde, los políticos no se disculparon. Se limitaron a soltarlos y pasaron por alto el tema, sin darle más relevancia. Una escueta nota de prensa informaba de la inocencia de ambos, pero en ningún momento se disculparon por haberlos usado como reclamo político. La campaña llegaba a su fin y los políticos seguían pendientes exclusivamente de lo que les interesaba, los votos.
- ¿Y Oli? ¿Está mejor? Ese androide clon de Aznar debió golpearle con fuerza.
- Bueno, siempre ha sido un cabezota. Supongo que se recuperará.
- En fin, creo que si algo hemos aprendido es que en este país, la política apesta, ¿verdad?
- Claro que sí, Superhombre, aquí cada uno va a lo suyo, y la manipulación de la información está a la orden del día. El ciudadano SIEMPRE es lo de menos.
- Menos mal que al menos nos tienen a nosotros, Hombre Murciélago. Nosotros jamás antepondremos nuestros intereses al bienestar de los ciudadanos.
- No quiero ni imaginar lo que sería de la ciudadanía si no nos tuvieran a nosotros…






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1 comentario:

Anónimo dijo...

ha mola la saga la verdad

bueno respecto a lo de los hombrs d epaco copio y pego del otro post porsi os habiais olvidado:

"Como añadirura quiero que todos los demas personajes de dc sean personajes de series españolas (igual limito mucho pero....haberlo pensao antes!!!).

Y para empezar arturo fernandez como batman (robin chatin, que te voy a dar dos collejas :X)"