Saló del Còmic 2009: Crónica de una becaria (Tercera parte)

Pues bueno, aquí estamos un viernes más... Hoy finalizaré mi crónica del Saló, que si no Mushu me pega. Jejeje (explotador) jejejeje

El domingo, mi último día de Saló, comenzó con el sobresalto de quien se despierta con una llamada de teléfono (y eso que el efecto fue suavizado por la voz de Gerard Butler) a una hora tan intempestiva como las 9 y pico de la mañana. ¿que a quién se le ocurría llamar a esa hora? Pues a Mushu, obviamente, para informarme del plan del día: visita a la Sagrada Familia con la familia (valga la redundancia) Mushu al completo. Y allá que nos fuimos, correctamente ataviados a pares, Xavi y yo monísimos con nuestras camisetas de Superman, y el jefe y señora con el uniforme oficial de esta cadena.

Que sí, papá, que voy a ver algo más que a los frikis esos...

Después de refrescarnos un poco sentaditos a la sombra y de cara a la Sagrada Familia, nos reunimos con el resto de familia Mushu y gente del sector canario, tan extendido en el Saló, y tras degustar una maravillosa comida en el chino, volvimos a Montjuïc, que ya hacía muchas horas que no pisábamos sus aceras. Hicimos entonces nuestras últimas entrevistas, a Jim Starlin, Terry Dobson (en inglés... el traductor falló ahí y me tocó a mí... ya veremos de ahí que sale), Pasqual Ferry e, incluso, David Hernando, al que pensábamos que ya no íbamos a pillar.

Pasamos después por la exposición de Batman: Barcelona, a admirar el traje del Sr. Christian Bale en The Dark Knight y a hacer el reportaje gráfico oportuno, que veréis próximamente por estos lares.

Y, por supuesto, fue la primera visita de Xavi al Saló del Còmic, así que fue presentado ante la sociedad friki y fue... gracioso que conociera también a Green Lantern... que estaba encantado con el pequeñín. Qué monos ellos.

Poco ocurrió ya después de eso, más que despedirnos del Saló, en el que habíamos pasado taaaantas y tantas horas en tres días, y al que me daba ya penilla dejar. Pero todo llega a su fin, y yo regresaba pa mi casa ya el lunes (los exámenes, que no perdonan) tempranito, tremendamente agotada pero, eso sí, con la maleta llena de amistades, risas y buenos recuerdos.

Y esto fue mi primer Saló del Còmic de Barcelona. El primero de muchos, o almenos, eso espero!